La incorporación de las TIC tanto en la vida cotidiana en general como en las aulas en particular, supone un reto que el colegio debe enfrentar con decisión.
Cada vez es más común que nuestros alumnos manejen las TIC con una soltura que los profesores no alcanzan. Es sin embargo evidente, que dicha soltura proviene de una inmersión tecnológica que, en el mejor de los casos, deja en los alumnos importantes lagunas en su formación TIC.
Por otra parte, ante los profesores se ha abierto un mundo de posibilidades que se pueden aprovechar para fomentar un aprendizaje más profundo en sus alumnos. Pero para aprovechar los recursos, necesitan una formación específica y generar y participar en redes de colaboración con docentes que se enfrenten a sus mismos problemas diariamente.
La evaluación de la competencia digital de los alumnos se beneficia de profesores digitalmente competentes ya que pueden valorar en su justa medida los progresos de sus alumnos.
Es necesario que el centro en general y los profesores en particular enseñen a sus alumnos, de forma coordinada y sistemática, a usar las TIC de forma segura y a evitar los riesgos a los que se enfrentan diariamente al estar continuamente conectados.
El plan digital del centro busca este objetivo basándose en los principios y objetivos preestablecidos en el proyecto educativo del centro.
La planificación, integración y desarrollo se hace en base a las tres dimensiones propuestas en el marco europeo DigCompEdu: la dimesión pedagógica, la tecnológica y la organizativa